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¿Nuestras creencias son el resultado de dónde nacimos?

  • Foto del escritor: Gabriel Aguilar
    Gabriel Aguilar
  • 11 ago 2019
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 14 nov 2019

“¿Nuestras creencias dejan de ser ciertas solo por el hecho de haber nacido en un lugar determinado?”




Quizá a muchos nos ha pasado, y personalmente a mi me ha pasado que a la hora de hablar acerca de lo que creemos (como cristianos) nos dicen cosas o hemos escuchado cosas tales como: “tus creencias solo son resultado de donde naciste, así que por lo tanto no tienen validez” “como tus padres son cristianos entonces serás cristiano o, si fueran hindúes o musulmanes serias musulmán o hindú” o incluso “si los españoles no nos hubieran conquistado entonces no creeríamos en el Dios cristiano” escépticos y ateos de internet aun siguen apelando a este tipo de objeciones contra la fe cristiana, con el único fin de descartarla. A mí, en lo personal, a este tipo de objeciones las encuentro un tanto absurdas, siendo sincero, no encuentro validez alguna en este tipo de afirmaciones, pues el problema con este tipo de argumentos es que no se basa en una deducción bien fundamentada, y es que no todas las creencias religiosas existentes tienen fundamentos en la verdad o en los hechos, no están fundamentadas en la evidencia, nada mas en la influencia de la geografía de donde se vive y por la imposición de alguna autoridad. A continuación, daré mi respuesta.


Es evidente y hay que admitir que nuestro entorno, nuestra sociedad y nuestros padres y demás, influyen mucho en nuestras creencias, pero no necesariamente estos de igual manera pueden determinar de manera absoluta la creencia que tendrá una persona en particular.


El ateo Dan Barker admitía que el “ingrediente principal” que determinaría nuestras creencias es la geografía, es decir, donde “uno nace” donde “yo nací”, en qué lugar y con qué familia etc.


Sin embargo, hay algo que resaltar y tomar en cuenta, si bien, todo nuestro entorno influye de alguna manera en nosotros como personas, en lo que creemos, en nuestro cristianismo por ejemplo, tal cuestión o tal objeción no debería preocupar a ningún creyente, pues eso no nos dice nada, ni tiene efecto alguno acerca de la existencia de Dios o siquiera acerca de la veracidad del cristianismo.


A la luz de esto, uno debe preguntarse, partiendo de que el entorno influye en nosotros sí, “¿tal creencia deja de ser cierta solo por donde se llegó a obtener?” (no desacredito de una vez las demás creencias religiosas, sin embargo, creo firmemente y respaldo mi postura no en opinión sino en datos e información la cual asegura que el cristianismo posee las credenciales para ser creído por encima de las demás creencias).

Pues claro que no, el hecho que alguien haya llegado a obtener una creencia solo por su ubicación geográfica no es prueba concluyente de que esa creencia es falsa o si es verdadera, como ya dije, la manera en la que se obtuvo la creencia no nos dice nada acerca de la verdad de dicha creencia, solo se apela al origen de dicha creencia al como se obtuvo, no a la base fundamental de la creencia. Por ejemplo:


“Los padres y los maestros les enseñan a los niños las tablas de multiplicar desde que están pequeños pero, nada de eso dice nada acerca de si las tablas de multiplicar son ciertas o no, solo de como fueron transmitidas” lo mismo pasa con la practica de lavarse las manos antes de comer, “el simple hecho de que sea una creencia local o mas bien universal no significa que no sea verdad que comer con las manos limpias sea mas saludable que comer con las manos sucias”, lo mismo puede pasar con las creencias de una persona.


Lo cierto es, que aunque (como dije anteriormente) distintos factores influyen en una creencia, si le preguntas a algún psicólogo te dirá que así es, que dependiendo de factores determinas ciertas conductas , características y las creencias, aun así, no siempre las determinan, esto es precisamente por que a largo plazo y conforme avanza el tiempo las creencias de alguien comienzan a ajustarse a medida que adquieren información y mas datos, hay casos de personas que han crecido bajo cierto tipo de creencias y luego estas personas las abandonan o bien podría ser que a medida se estudie y se investigue entre otras cosas, refuerce mas lo que esta persona crea. Todo esto reside en que se llega a un punto en que la persona se cuestiona sus creencias y empieza a buscar mas información o bases para ver si dicha creencia es cierta o no y afirmarla o rechazarla. El que no profundiza en sus creencias no tendrá buenas bases para poder respaldarla, pero, no solo por eso significa que sea falsa o que sea verdadera.


En conclusión, la transmisión de la creencia no tiene nada que ver con la verdad de dicha creencia, afirmar ese tipo de cosas es apelar a una “falacia genética” pues apela y desacredita la creencia en base al origen de esta, pero no al fundamento de la misma creencia, si bien el entorno influye, no siempre determina, así que no es “argumento” válido en contra del cristianismo y mucho menos en contra de la existencia de Dios mismo, "creencia" no es igual a "existencia". Si alguien quisiera desacreditar el cristianismo solo podría hacerlo refutando verdades centrales tales como "Jesús resucitó" "la existencia de Dios" "los milagros" y otros, por el momento tal objeción es inválida.


Como anexo les dejo un video donde se expone por que ese argumento ateo es irrelevante para socavar la creencia del cristianismo, es un breve resumen:


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